Olimpiadas, mujeres y lucha

Desde que terminaron los juegos olímpicos he estado pensando en: ¿Cómo las mujeres hemos logrado existir en las olimpiadas?

Mientras investigaba para hacer este artículo una de las cosas que pude notar, es que nadie ha contado la historia de las mujeres en el deporte, nos dejaron del otro lado de la historia. Nunca nos hablaron de la lucha que las mujeres hicieron para poder participar en las olimpiadas; en la escuela nunca nos hablaron de ellas, en ninguna parte nos hablaron de nuestras heroínas y es que de manera sistemática nos han borrado de la historia.

Muchas generaciones de mujeres crecimos creyendo que desde el inicio de los tiempos lo hemos tenido todo o que los hombres son nuestros salvadores, porque “son ellos quienes nos otorgaron el derecho”. Así es como siempre nos lo han vendido, pero no.

Cuando inicié a escribir este artículo lo hice muy genérico, de hecho lo hice en la misma línea que todo el mundo, simplemente: “Paridad en las olimpiadas Tokio 2021.

¡Pero vamos, que no hemos llegado hasta aquí de la nada! Si algo debe quedar claro es que, gracias a la lucha histórica de las mujeres, las olimpiadas Tokio 2021 son más igualitarias.

Desde la antigua Grecia, los fundadores de las Olimpiadas por allá por el año 776 a.C. no permitían que las mujeres participaran, ni siquiera como espectadoras, a menos que fueran solteras; pero las mujeres griegas no se dieron por vencidas y esta discriminación las impulsó a crear una competencia femenina llamada: Los Juegos Hereos. Consistía únicamente en una carrera a pie que se dividía en tres categorías de edad; primero corrían las niñas, luego las adolescentes y, por último, las mujeres jóvenes de más edad.

 

Estatuilla de bronce de una corredora espartana (Museo Británico)

Aunque existen muy pocos registros sobre el tema, se sabe que tiene su origen en la decisión de Hipodamía de reunir a dieciséis mujeres para organizar la primera edición de los Juegos y a su vez hacer un tributo a Hera por su boda con Pélope.

 

Llegamos al siglo XIX y adivinen

¡Se repite la historia! En las primeras Olimpiadas modernas en 1896, el Comité Olímpico Internacional, rechazaba a las mujeres excusándose en que no era adecuado para ellas”. En respuesta a esa discriminación de género un grupo de mujeres atletas organizaron los Juegos Mundiales Femeninos en 1922 y 1926, ¿Alguna había escuchado sobre los Juegos Mundiales Femeninos? ¡Yo no!

“Los Juegos son la solemne y periódica exaltación del deporte masculino, con el aplauso de las mujeres como recompensa” Baron Pierre

 

¡Nosotras tenemos una historia!


En el año 1900 los Juegos Olímpicos – JJOO da un giro; digamos que de un giro 1, por primera vez las mujeres participaron en las olimpiadas. ¡Pero adivinen! La inclusión de las mujeres en las olimpiadas fue EXTRA OFICIAL. En esta edición llegaron a participar un total de 22 mujeres.

Otro gran detractor, histórico, ha sido la iglesia católica. El Papa Pío XI lideraba en aquellos tiempos una campaña contra de las mujeres en el deporte, quién fracaso ante la presión que ejercía el movimiento feminista.

 

Encuentro Internacional Femenino en Montecarlo
Y es aquí donde aparecen nombres tan importantes como el de Alice Milliat; ella junto a un grupo de mujeres atletas iniciaron una importante lucha para que las mujeres participaran en los Juegos Olímpicos. Ante la negativa de Coubertin, para que las mujeres participaramos en los Juegos Olimpicos, Milliat organizó un Encuentro Internacional Femenino en Montecarlo en marzo de 1921 donde asistieron mujeres atletas de todo el mundo, el cuál fue todo un éxito.

Olimpiadas, mujeres y lucha

 

Fundó la primera Federación Internacional de Deportes Femeninos (FSFI) que, durante más de quince años de trayectoria desarrolló un papel fundamental para la inclusión de la mujer en el olimpismo. Uno de los grandes logros de esta institución fue la organización de los Juegos Olímpicos Femeninos, cuya primera edición bajo su tutela tuvo lugar en París en 1922.

 

Alice Milliat fue una pionera del deporte femenino en Francia y en todo el mundo. Su presión a favor de las atletas obligó a incluir eventos femeninos en los Juegos Olímpicos. Milliat, traductora de profesión, participó en el deporte del remo ​ y fue una ávida nadadora y jugadora de hockey. Wikipedia

 

Los Juegos Olímpicos Femeninos tuvo tanta aceptación de la gente, que llegaron a tener cerca de 20.000 espectadores, lo que generó el debate sobre el deporte femenino y la inclusión de más pruebas para mujeres en el calendario olímpico; fue tanto el éxito que la FSFI logró que la Federación Internacional de Atletismo les otorgó la potestad sobre las pruebas femeninas, pero obviamente el sistema no da puntada sin dedal, todo esto fue a cambio de dejar de utilizar el término “olímpico” en sus competiciones.

Los Juegos Mundiales Femeninos cada vez reunía a más participantes lo que obligó al COI a rectificar y abrir los JJOO a atletas femeninas. La participación de las mujeres en las olimpiadas fue aumentando cada cuatro años, las disciplinas permitidas eran el golf, el croquet o el tenis.

Los JJOO de Ámsterdam 1928, contaron con la participación de casi el 10% de mujeres atletas, sin embargo el aumentó de las atletas en las olimpiadas se empezó a notar desde 1976 con un 20% ; a partir de aquí, la participación de las mujeres fue creciendo, 25% en 1988 y el 35% en Atlanta 1996. Con el tiempo  la participación de las mujeres a seguido incrementando, en los juegos de Atenas de 2004 y los Bejing 2008, fue del 40% y 45%.

Finalmente llegamos a los JJOO Tokio 2021

Gracias a la lucha de mujeres como Alice Milliat, las atletas hoy representan el 49% de los competidores en las JJOO, de los 11.000 deportistas, 5.632 fueron mujeres.

Históricamente, las mujeres hemos luchado por conquistar los espacios que nos pertenecen, por ello, no debemos olvidar nuestra historia, ni a nuestras heroínas. Son ellas quienes han labrado el camino para que hoy tengamos los derechos que gozamos.

Una vez más la historia de las mujeres me reafirma que:
Cuando las mujeres se apoyan, grandes cosas pasan CIMUF

 

Kinue Hitomi – COURTESY WIKIMEDIA COMMONS